Puede que después de la operación pensemos que el hecho de llevar una bolsa nos va a impedir llevar una vida normal. Sin embargo, poco a poco te irás dando cuenta de que realmente es posible realizar todas la actividades que hacías antes de la ostomía. La mayoría de las personas ostomizadas tienen una vida absolutamente normal.
Es cierto que deberás introducir algunas modificaciones en tu higiene personal y acostumbrarte a la utilización de las bolsas, pero este hecho pronto lo incorporarás a tu rutina diaria.
¿Para qué se utilizan las bolsas?
-
La bolsa es un sistema recolector de las heces y los gases que se coloca alrededor del estoma o abertura. Las personas con colostomías e ileostomías no tienen control sobre la evacuación y por ello necesitan de este sistema.
Las bolsas están formadas fundamentalmente por dos elementos: el adhesivo que se pega a la piel junto a la bolsa para recoger las heces y un filtro que evita el mal olor.
Tipos de bolsas
-
Cerradas o de un solo uso
El extremo inferior está cerrado de manera que no se pueden vaciar. Estas bolsas deben cambiarse cada vez que se desee desechar las heces. Son recomendables para colostomías transversas o descendentes ya que las heces son más sólidas.
- Abiertas o de varios usos
Tienen el extremo inferior abierto para que se pueda vaciar y cerrar de nuevo. Se utilizan cuando las heces son líquidas, es decir en ileostomías y en las colostomías ascendentes. También se pueden utilizar cuando hay diarreas.
Las bolsas, ya sean cerradas o abiertas, también pueden ser:
De una pieza
La bolsa y el adhesivo van unidos en una sola pieza.
De dos piezas
El disco adhesivo va separado de la bolsa y se mantiene en la piel mientras la bolsa se cambia según sea abierta o cerrada.
¿De qué dependerá usar uno u otro tipo de bolsa?
Elegir un tipo y sistema de bolsa dependerá de:
1. la consistencia de las heces.
2. la frecuencia de los cambios que se precisen.
3. lo resistente que sea la piel.
4. de la forma del abdomen, de la situación del estoma y la zona que lo rodea.
5. de la habilidad y destreza para poder manejar el dispositivo.
Lo que es fundamental es que la bolsa elegida se ajuste perfectamente al estoma, no se despegue, que resulte cómoda, discreta y segura y no produzca lesiones en la piel al retirarla.
Después de la intervención quirúrgica el personal médico te debe aconsejar e informarte de todas las posibles opciones para que sepas que producto elegir.
¿Notarán las demás personas que la llevo?
Si la persona adquiere una serie de normas nuevas para cuidar el estoma y para utilizar los dispositivos sanitarios necesarios, la colostomía o ileostomía pasa totalmente desapercibida para los demás.
No hay que preocuparse por el olor porque todas las bolsas tienen unos filtros que lo eliminan. Además, están realizadas con plásticos perfectamente resistentes y que no suenan al manejarlos.
Los gases también se pueden evitar prescindiendo de determinados alimentos. Ente otros deberás evitar bebidas carbonizadas (refrescos y cerveza), algunas legumbres (ejotes , garbanzos y frijoles), espárragos, y ciertas verduras (coliflor, brócoli, coles de Bruselas, col). Por otro lado, algunos alimentos sirven también para reducir el olor de las heces, como la mantequilla, yogurt, queso fresco, perejil y los cítricos.
Este documento está basado en un artículo publicado por la Escuela de Pacientes (www.escueladepacientes.es), organización española dedicada a mejorar la calidad de vida de todos aquellos que padecen de alguna enfermedad.