Existen en el cuerpo tres tipos de venas
- superficiales
- profundas
- perforantes
Como su nombre lo indica, las superficiales están bajo la superficie de la piel, las profundas se localizan por dentro de los músculos y las perforantes son las que conectan estos dos sistemas venosos.
Las venas superficiales son las que más comúnmente se ven afectadas por las varices y son generalmente visibles en las piernas, justo por debajo de la superficie de la piel.
Las varices en las piernas se originan dentro de las paredes internas de las venas donde existen unas válvulas que se abren y se cierran para permitir el flujo sanguíneo. Al latir el corazón se produce una alta de presión al enviarse sangre a recorrer el cuerpo y entre los latidos esta presión disminuye. El alta en presión abre las válvulas de las venas para permitir el paso de la sangre y que esta regrese finalmente al corazón. Al bajar la presión las válvulas se cierran para impedir que la sangre fluya y se acumule en la parte baja de las piernas.
Cuando las válvulas fallan, más sangre de la normal se junta en las venas y ocasiona que tengan que extender sus paredes para dar cabida al exceso de sangre. Cuando esto sucede las venas se van debilitando, pierden su elasticidad y originan que un mayor número de estas válvulas comienzen a fallar. La debilidad de los tejidos va haciendo que las venas se hagan más y más gruesas convirtiéndose entonces en venas varicosas.
Las varices no tienen cura y afectan a alrededor del 15%-20% de la población, en mayor grado a las mujeres. El ejercicio, la temprana detección y prevención pueden evitar que esta condición siga avanzando y produzca problemas más serios en las piernas.
Prevención y Tratamiento
Las medidas de prevención están enfocadas a reducir la presión venosa en las piernas. Entre ellas podemos citar:
- Evitar permanecer de pie o sentados por tiempos prolongados y sin movimiento
- El ejercicio (caminar, nadar o andar en bici) estimula los músculos y así se ayuda a bombear la sangre en las venas
- Evitar temperaturas elevadas localizadas (por ejemplo calefactores, saunas) que dilatan en exceso las venas
- Utilizar medias o calcetines de compresión moderada para ayudar con el flujo sanguíneo (sobre todo durante el embarazo)
- Bajar de peso
- Disminuir el consumo de alcohol, que es un vasodilatador
Los principales síntomas que indican que se puede sufrir de venas varicosas son dolores y picazón en las piernas, aparición de arañas vasculares, cansancio o hinchazón de las extremidades inferiores, decoloración de la piel y en ocasiones úlceras cerca de los tobillos.
El Uso de Medias de Compresión
Las medias de compresión tienen un efecto tanto preventivo como terapéutico para los problemas venosos y su uso se recomienda por cuando menos 6 meses. Funcionan al ejercer una presión externa sobre determinados puntos de las piernas y de manera decreciente hasta llegar al muslo. Al comprimirse las venas se ayuda a que la sangre suba hasta el corazón y se evita que éstas sigan dilatándose y almacenando sangre en su interior.
Es importante elegir la compresión, talla y modelo adecuados, que dependerán de lo avanzado de la enfermedad, su nivel de actividad y la parte de la pierna afectada.
Compresión Baja y Media (8/15 mmHg, 15/20 mmHg)
Estas se recomiendan entre otros casos para:
- Mejorar la circulación de las piernas cansadas,
- Prevención de varices cuando existe cierta predisposición a que aparezcan (embarazo o presencia de arañas varicosas en las piernas)
- Cuando se presenta dolor y cansancio severo en las piernas
- Existen ya varices de moderado tamaño
- Cuando se deben permancer tiempos prolongaos a pie o sentado
Compresión Firme y Extra Firme (20/30 mmHg, 30/40 mmHg)
Se recomienda una compresión alta para tratar enfermedades venosas graves o sus complicaciones y por lo general bajo supervisión médica. Se utilizan por lo general para
- Prevención y alivio de varices avanzadas
- Después de cirugías para evitar que reaparezcan las varices
- Tratamiento de edema o edema linfático
- Tratamiento y prevencipon de tromboflebitis o trombosis
Qué medida es la correcta?
El objetivo de las prendas de compresión es ayudar al flujo de sangre. En el caso de las piernas la compresión es graduada, mayor en los tobillos y reduciéndose poco a poco hasta llegar al muslo.
Por ello es importante tener las siguientes medidas para poder determinar el tamaño adecuado a utilizar:
- Circunferencia en tobillos
- Circunferencia en pantorrilla
- Circunferencia en el muslo
Para el caso de las tobimedias o calcetines ayuda también el conocer la longitud del talón a la parte posterior de la rodilla. En caso de usar medias, es también de utilidad conocer la longitud de la pierna, desde el talón hasta la parte baja de los glúteos.
Hoy en día existen también calcetines de compresión para ser utilizados durante el ejercicio. De hecho, parecen haberse convertido en la última moda. Y a pesar de no haber todavía evidencia firme que lo compruebe, se dice que los atletas que utilizan estas prendas en carreras largas necesitan un menor tiempo de recuperación. Ello debido a que parece que este tipo de calcetines ayuda a que se dañen menos los músculos en competencias de resistencia. Por lo general estos calcetines son de una compresión de entre 22 y 32 mmHg y mientras no estén demasiado apretados o provoquen ampollas o daño a la piel no parece haber existir ninguna contraindicación que evite su uso. Así pues… elige tu color y mantente activo.