Las sillas de acero son muy durables aunque mucho más pesadas que aquellas fabricadas en aluminio. Por su peso son un poco más difíciles de maniobrar, pero por su precio accesible este tipo de sillas siguen siendo las más populares en el mercado.
El aluminio es, en nuestros días, uno de los materiales preferidos para los usuarios de sillas de ruedas. Este material proporciona ligereza, durabilidad y resistencia a la corrosión. Las sillas de aluminio duran largo tiempo sin ningún deterioro y por su peso, son ideales para aquellas personas que prefieren una propulsión autónoma en su silla.
Las sillas especializadas son hechas en acero, aluminio u otros materiales. Por sus características están diseñadas para satisfacer necesidades especiales del paciente.