El peso corporal es un tema que a todos nos ha preocupado en algún momento de nuestras vidas. Si somos honestos, un kilo o dos de más no hacen mucha diferencia. Lo que realmente importa es que nos sintamos satisfechos y contentos con lo que vemos en el espejo.
El peso es pues algo relativo y no es más que el resultado de la fuerza ejercida por la gravedad sobre nuestro cuerpo. Tan relativa es esta medida, que nuestro peso será menor en el Ecuador que en los Polos. De igual forma, la fuerza de la gravedad es menor en la cima de una montaña que al nivel del mar, en donde nuestro peso será ligeramente mayor. Así pues, podemos decir que el peso es la fuerza de gravedad necesaria para mantener una cantidad de masa sobre la tierra.

Básculas y Balanzas
El hombre ha utilizado las balanzas desde hace miles de años. Las balanzas se basan en la comparación de una masa con otra, que sirve de referencia, hasta encontrarse un equilibrio. Las balanzas arrojarán los mismos resultados en cualquier parte de la Tierra porque lo que hacen es comparar masas.

Las básculas modernas, ya sean digitales o mecánicas, funcionan traduciendo la fuerza que ejerce el peso de un objeto en unidades de medición (gramos o libras) a través de medios mecánicos (resortes) o eléctricos (resistencias). Para poder hacer esta conversión, los resortes o resistencias eléctricas son calibrados acorde a la masa que se necesitaría para ejercer una fuerza similar. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, la fuerza que ejerce la gravedad sobre un cuerpo no es la misma en todos los lugares de la Tierra y por ello la relatividad de estas lecturas.
Porcentaje de Grasa Corporal
La principal desventaja de las básculas tradicionales es que arrojan un solo resultado: el peso. Sin embargo, cuando se habla de riesgos para la salud el conocer el porcentaje de grasa corporal es más importante para determinar el éxito de una dieta o programa de ejercicios. La grasa puede esconderse en muchas partes del cuerpo y con el pasar de los años, la falta de ejercicio puede ocasionar que los músculos sean reemplazados por grasa.
El porcentaje de grasa corporal se refiere a la cantidad de grasa en relación a los demás componentes del cuerpo. Este porcentaje varía según la edad y el género. Las mujeres no deben exceder de un 25% de grasa corporal, mientras que los hombres deben evitar subir de un 20%.

Las básculas digitales de composición corporal utilizan la bioimpedancia eléctrica para determinar el porcentaje de grasa en el cuerpo. Esto a través de un pequeño impulso eléctrico que encuentra mayor resistencia a su paso conforme más grasa encuentra. Existen muchos tipos de básculas para determinar la grasa corporal, pero aquellas que utilizan únicamente sensores en los pies tienen un porcentaje de exactitud de aproximadamente 80%.
Lo importante es que a pesar del margen de error, las básculas son herramientas muy útiles para monitorear el progreso de una dieta. Sin embargo debe siempre procurarse utilizarlas bajo las mismas condiciones. Por ello, al igual que con los monitores de presión, se recomienda siempre utilizar el mismo aparato y tomar las mediciones a la misma hora del día
Indice de Masa Corporal o BMI
La gran mayoría de las básculas de composición corporal arrojan otra medición que vale la pena mencionar. Esta es el Indice de Masa Corporal. Este índice se calcula utilizando el peso peso y la altura para determinar si una persona tiene un peso saludable. La principal desventaja para las personas que siguen una rutina de ejercicio es que el BMI no toma en cuenta que parte del peso es grasa y que parte es músculo.
Dependiendo del deporte que se practique, no es inusual que se tenga una mayor masa muscular de lo normal y por ende un mayor peso. En algunos de estos casos el índice de masa corporal puede arrojar un resultado de obesidad cuando en realidad la persona tiene una vida activa y un cuerpo atlético. Para estas personas tiene más sentido conocer el porcentaje de grasa corporal que su índice de masa corporal.
BMI
Así pues, aunque resulte más fácil decirlo que lograrlo, nuestra preocupación por el peso no debería quitarnos el sueño. Sin embargo, lo que definitivamente sí nos ayudaría a dormir mejor es seguir una rutina de ejercicio, una dieta saludable y una vida más sana.